Abrir el cielo y cerrar la puerta del infierno 16/7/2023 #1257

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Iglesia de la Ciudad - Mensajes
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Pastor José Luis Cinalli
16/7/2023
Abrir el cielo y cerrar la puerta del infierno
“¡Cómo quisiéramos que abrieras el cielo y bajaras...!”, Isaías 64:1 (TLA).
Ya hemos visto que darle a Dios es una manera bíblica, sencilla y práctica para abrir los cielos y cerrar las puertas del infierno. Sin embargo, existen cinco aspectos más de la adoración, capaces de abrir los cielos:
1.     El arrepentimiento. ¡La costosa llave del quebrantamiento hace que los cielos cerrados se abran! “Si se humillare mi pueblo… yo oiré desde los cielos…”, 2º Crónicas 7:14. David dijo: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”, Salmo 51:17; Salmo 34:18. ¿Recuerdas la convocatoria de Elías en el monte Carmelo? “... El SEÑOR dijo… ¡pronto enviaré lluvia!”… Al instante, el fuego del SEÑOR cayó desde el cielo... Entonces… todos cayeron rostro en tierra y exclamaron: “¡El SEÑOR… es Dios!... Poco después... Se…levantó… un gran aguacero...”, 1ª Reyes 18:1-45 (NTV). Dios dijo: “¡Pronto enviaré lluvia!”; sin embargo; antes, envió fuego. La lluvia simboliza presencia y bendición (Ezequiel 34:26); mientras que el fuego representa purificación, Hebreos 12:29. Israel debía arrepentirse del adulterio espiritual con Baal antes de que Dios volviera a bendecirlos. Dios tiene leyes inflexibles en su trato con el hombre: el pecado atrae juicio, pero la humillación atrae su presencia y su bendición: “Yo vivo… con el hombre arrepentido y humillado…”, Isaías 57:15 (BLA). “Bendeciré a los que tienen un corazón humilde y arrepentido…”, Isaías 66:2 (NTV). Un ejemplo bíblico de humillación es el de Acab. La Biblia dice que “… no hubo nadie como Acab que ofendiera tan gravemente al Señor…”, 1º Reyes 21:25 (BLPH). Sin embargo, al final se arrepintió y fue perdonado: “¿Viste cómo Acab se ha humillado ante mí? Por haberse humillado, no haré lo que prometí mientras él viva...’”, 1° Reyes 21:29 (NTV). El segundo ejemplo es Manasés. Este rey era tan corrupto como Acab, pero un día: “... Se humilló tanto… que Dios escuchó su oración y lo perdonó…”, 2º Crónicas 33:12-13 (TLA). Ten presente que “Dios no desprecia a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente”, Salmo 51:17 (TLA). Entonces, existen bendiciones atoradas en el cielo que solo se soltarán cuando seamos lo suficientemente humildes como para arrepentirnos y apartarnos de nuestros pecados.
2.     La persecución. “… Como Esteban tenía el poder del Espíritu Santo, miró al cielo y… dijo: “Veo el cielo abierto. Y veo también a Jesús… Los de la Junta Suprema se taparon los oídos y… atacaron a Esteban, lo arrastraron fuera de la ciudad, y empezaron a apedrearlo”, Hechos 7:55.58 (TLA). El perseguido Esteban vio el cielo abierto y también lo vieron aquellos que luego sufrieron persecución por predicar el evangelio: “Los que habían sido esparcidos a causa de la persecución… hablaron… anunciando el evangelio del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos y gran número creyó y se convirtió al Señor”, Hechos 11:19-21. El que no teme sufrir menoscabo en sus derechos por predicar a Cristo, vivirá bajo cielos abiertos.
3.     La perseverancia en la oración. Elías or

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