HECHOS 8 - EL EVANGELIO LLEGA A LOS ETIOPES

Es muy interesante como el evangelio empieza a ser llevado hasta los confines de la tierra. En Jerusalén, con la muerte de Esteban, se desata una gran y feroz persecución contra los creyentes. Saulo de Tarso se dedicó a buscarlos, y arrastrarlos a las cárceles. Los discípulos se vieron en la obligación de huir. Y aquí vemos a Felipe yendo a predicar a los samaritanos. Para un judío era impensable ir a juntarse con los samaritanos. Pero aquí vemos como el Espíritu Santo va derribando barreras, quitando prejuicios, y todo estorbo para que el evangelio llegue a todo el mundo. Y aunque Felipe fue usado por el Espíritu Santo para llegar a muchas personas, Dios no mandó a Felipe a Etiopía. Lo que hizo fue bautizar a un etíope, y dejar que él se fuera e hiciera la obra en Etiopía. El etíope había venido a Jerusalén a adorar a Dios. En Jerusalén se compró una Biblia. Y de camino a casa la iba leyendo. Pero no la entendía. Iba leyendo Isaías 53. Y Dios puso a Felipe en su camino, para que le explicara las profecías de la Biblia que hablaban sobre el Mesías, Cristo Jesús. El etíope aceptó a Jesús, y pidió ser bautizado. ¿Cuál es el requisito para ser bautizado? Creer en Jesús de todo corazón. Creer que murió por mis pecados. Creer que Él vino a tomar mi lugar. Creer que resucitó al tercer día. Creer que ahora está intercediendo en el cielo, en mi lugar. Y creer que pronto vendrá a buscarnos. Jesús pronto volverá. Y debemos prepararnos para encontrarnos con Él. Y que mejor forma de prepararnos, que limpiando nuestras vidas de todo pecado a través del bautismo. El etíope creyó, y fue bautizado. Y tú querido amigo, ¿qué estás esperando para ser bautizado? No esperes más. Pide ser bautizado. Entrégale tu vida a Jesús. Prepárate para encontrarte con Él. Que el Señor te bendiga.