La mayoría de nosotros tenemos esta relación de amor y odio con los cementerios. Nos encanta ir a visitar las tumbas de nuestros seres queridos... odiamos ir a visitar las tumbas de nuestros seres queridos. Algo especial y algo espeluznante.Muchas iglesias antiguas tenían al lado un cementerio porque se creía que todos los miembros de la iglesia estarían juntos en la resurrección. Sin embargo, las iglesias se dieron cuenta de que esto estorbaba las metas de crecimiento, ahora la mayoría de las iglesias tienen cafeterías en vez de cementerios. La realidad es que no nos gusta pensar en la muerte.Mark Twain dijo que las dos únicas certezas en la vida son la muerte y los impuestos. Por mucho que hablemos de la forma en que debemos vivir, debemos enfrentar la realidad de que cada uno de nosotros morirá.Pensar o hablar sobre la muerte trae emociones encontradas... la mayoría miedo. ¿Qué pasaría si pudieras enfrentarte a la muerte sin ningún temor? ¿Es eso posible? José el hijo Jacob nos dice que es posible.

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