La psicología folklórica POP, vaselina para inocular culpa y frustración.

La culpabilidad ya no se puede inocular como antes, con el infierno, el pecado y todo eso..., pero hay otras formas. Ahora, se inocula de cine con la vaselina de la psicología folklórica popular. Culpar, frustrar y cronificar el malestar de los demás , con la máscara de la divulgación buenista, con disfraces de personas empáticas y confiables, cuyo único objetivo es instrumentalizar la desesperanza de las personas con algún tipo de psicopatología , bien sea crónica o temporal, para satisfacer sus apetitos económicos, de falsa reputación, o quién sabe de que más. Un marketing basado en los principios de propaganda de Joseph Goebbels se propaga entre la población sin cortes ni censura, ni nadie que se ponga de por medio. Ministerios de sanidad progresistas y colegios profesionales super concienciados, miran para otra parte y ni siquiera son capaces de alertar a la población de lo peligroso que puede resultar para su salud mental..... Nada nuevo bajo el sol.