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Drácula, Vlad el Empalador
El asedio contra el pueblo de Valaquia se intensificó tras su muerte. Fue entonces cuando empezaron a aparecer soldados enemigos muertos en extrañas circunstancias. Algunos tardaban días en morir, se iban sintiendo cada vez más débiles, hasta que finalmente fallecían, otros, en cambio amanecían muertos en sus catres o tiendas de campaña. En principio pensaron que se trataba de alguna enfermedad infecciosa, pero curiosamente no afectaba al pueblo rumana, hasta que un día alguien se fijó en que en su cuello, justo en la yugular tenían dos pequeñas incisiones. Tras ese descubrimiento, desenterraron a los soldados que habían fallecido con anterioridad para comprobar si también tenían esas dos punzadas por donde se les había escapado la vida. Y así era.