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¿Cuántas marchas necesitamos en nuestro coche?
Los coches nacieron sin marchas o, como mucho, con dos… una para arrancar y otra para circular. Hoy la gran mayoría tiene seis y los hay hasta con 10… La pregunta es: ¿Cuántas más marchas, mejor? Os voy a dar todo tipo de información, para que lleguéis a vuestras propias conclusiones… y al final, me mojo. Para entender todo lo que os vamos a explicar es necesario tener en cuenta una cosa: Un coche de calle debe ser muy polivalente. Me explico: debe ser capaz de arrancar en una pendiente, a plena carga y con el remolque con el peso homologado, sin machacar el embrague… Y por el otro extremo, debe ser capaz de alcanzar la mayor velocidad posible… Sí, porque hablo de técnica, no de normativa, luego el usuario debe hacer un uso razonable y legal… Y, además, debe poder circular a velocidades de crucero lógicas con el menor consumo posible… Y una última cosa que, seguro que sabéis, pero por si acaso: Las marchas “cortas” son las que permiten al coche ir a baja velocidad, pero tener mucha fuerza y las “largas” justo, al contrario, el coche acelerará menos, pero podrá ir más rápido. Los primeros coches simplemente no llevaban cambio de marchas, entre otras cosas por dos motivos: Uno, su velocidad era muy baja; y dos, su uso era muy limitado, eran muy poco polivalentes. Enseguida los coches ganaron en velocidad, en capacidad de carga y en practicidad. Os pongo el ejemplo del Ford T, que tenía dos marchas, una simplemente para arrancar y otra para circular… Y los coches siguieron creciendo en potencia y prestaciones, sin olvidar que las carreteras eran mejores y permitían mayores velocidades. Así que, durante muchos años, ¡muchos!, se consideró que lo ideal eran 3 marchas… El planteamiento era sencillo: Una primera “corta” para arrancar, una tercera “larga” para que el coche fuese desahogado en carretera rápido y una “en medio” útil para llegar de una a otro y para moverse en carreteras normales o con curvas. Siempre se ha tratado de que los coches consuman lo menos posible. Y eso ha hecho que a lo largo de la historia los motores sean de menor tamaño, peso y cilindrada, para conseguir la misma potencia y menor consumo. ¿Así que cuantas más marchas mejor? Como os decía, antes de daros la respuesta, os voy a dar la información y para eso es IM-PRES-CIN-DI-BLE que sepáis que es un “Diagrama de cambio”. Hemos hablado de un coche de turismo, que debe tener una primera para arrancar en condiciones difíciles y una última marcha, sea quinta o sexta o la que sea, que le permita circular a una cierta velocidad con el motor bajo de vueltas para ahorrar combustible. Pero, ¿qué pasa en un coche de carreras? Sobre todo en circuito. Pues que arranca siempre en llano, pocas veces y con poco peso, solo el piloto a bordo y con el coche muy aligerado. Y por el otro extremo, queremos conseguir la máxima velocidad y la perfección es que la velocidad máxima el final de la recta del circuito se consiga con el motor girando al régimen de potencia máxima. Es decir, podemos tener una primera especialmente “larga” y una última marcha especialmente “corta” y con esto conseguimos un beneficio: Las marchas están más apretadas, más cerca unas de otras y el motor cae poco de vueltas… perfecto para conseguir las máximas prestaciones. Hasta un cierto punto cuantas más marchas mejor, pues el motor cae menos de vueltas… en los modernos camiones las 16 marchas es algo muy habitual. Algunos pensaréis que con muchas marchas sí, el motor cae menos de vueltas, pero si son muchas ese pequeño “tiempo muerto” que se produce al cambiar es una pérdida de tiempo… algo cierto, pero no siempre. En los cambios de doble embrague no existe esa pérdida de tiempo. Así que, ¿Qué influye en el número de marchas que tenga un coche? Entre otros, estos motivos: -El tipo de cambio. Por ejemplo, el Ford Mustang tiene un cambio manual de 6 velocidades, pero uno de doble embrague denominado SelectShift® de 10 velocidades. -El tipo de coche: Más deportivo igual a más relaciones d