Masacre de Avellaneda: “El pobre nunca tiene justicia”

A 21 años del asesinato a sangre fría de Maximiliano Kosteki (22 años) y Dario Santillán (21 años), dos jóvenes agrupados en la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, que se unían a las manifestaciones el 26 de junio del 2002 por un aumento general del salario, alimento en los comedores populares y solidaridad con la fábrica de cerámica Zánon. Vanina Kosteki, recupera el espíritu de lucha de su hermano y la violenta represión en donde se le arrebató la vida. Registro de los fotógrafos Sergio Kovalevsky y “Pepe” Mateos, que captan la secuencia del asesinato. El documento fue utilizado para condenar a los efectivos de policía. Las manifestaciones se enmarcan en el desequilibrio político, económico y social que devino de la crisis de diciembre del 2001. La aprobación del proyecto de ley por la Cámara de Senadores a principio de 2002 que ordenaba la devaluación del peso, provocó que el pueblo argentino saliera a las calles a luchar y exigir el cumplimiento de una vida digna y trabajo genuino. Más del 51% de la población se encontraba debajo de la línea de la pobreza. El 26 de junio del 2002, se realizaba una jornada de lucha en toda la Nación. Organizaciones sociales y políticas marcharon desde el puente Pueyrredón hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero la orden por parte del gobierno (presidencia de Duhalde) fue no dejarlos pasar, lo que dio lugar a una represión que dejó 33 heridos y 2 personas asesinadas. Aún se busca justicia y que los políticos involucrados, que siguen impunes, sean juzgados. El ministro de seguridad actual Aníbal Fernández, quien en ese entonces era Secretario General de la Presidencia, está señalado como uno de los responsables de la masacre. Vanina Kosteki denuncia la situación que viven las familias de los jóvenes, pues la justicia sigue maltratando y pidiéndoles pruebas de los hechos. Los responsables materiales de los homicidios, Fanchiotti y Acosta, fueron condenados a cadena perpetua pero se sigue pidiendo a las familias de las víctimas que cedan a la solicitud de arresto domiciliario. Vanina informa que los psicólogos y psiquiatras del servicio penitenciario que atienden a Fanchiotti lo diagnostican con psicopatía y que no sufre ningún tipo de remordimiento por el hecho, además de contar con la protección de sus colegas y buscar privilegios de libertad. En el día de ayer, 25 de junio, se convocó a una jornada por la lucha y la memoria. Ambas familias en conjunto con agrupaciones militantes y colectividades aborígenes conformaron una jornada cultural con varias actividades. A 21 años de la masacre, se siguen levantando las banderas en pos del recuerdo y de la lucha por un cambio, la muerte de Dario y Maxi no fue en vano. «Nosotros elegimos un camino largo y duro, lleno de piedras y de obstáculos, y no nos vamos a cambiar de calle o camino porque sabemos que es el indicado. Ya sea para tener justicia para Maxi y Dario y para todo lo  que hemos perdido a lo largo de esta historia.» indicó Vanina. Escuchá la entrevista completa a Vanina Kosteki acá: https://www.antena-libre.com.a....r/wp-content/uploads   Foto: resumido.info